Psicología Educativa

El psicólogo educativo interviene sobre el comportamiento humano en las situaciones educativas potenciando el desarrollo de las capacidades de las personas, los grupos o los sistemas sociales dedicados a la educación en sus diferentes niveles y modalidades. El foco de su trabajo se centra en todos aquellos procesos psicológicos que afectan al aprendizaje independientemente de si tiene un origen personal, grupal o social.

El psicólogo educativo en las instituciones educativas

En la actualidad, el ámbito de trabajo más frecuente del psicólogo educativo se desarrolla en la educación formal dentro de los programas de orientación educativa en los que trabajan 14.000 profesionales de los que 6000 son psicólogos (42,83%). Estos programas de orientación se desarrollan de forma prioritaria en los centros educativos no universitarios a través de dos modalidades: 1) interna, dentro de los departamentos de orientación y 2) externa, en los equipos de orientación educativa. La primera opción es mayoritaria en la etapa de educación secundaria obligatoria en la que trabajan en el sector público 4726 orientadores de los que 2372 son psicólogos (50%). Por su parte, en el sector concertado existen 2718 orientadores, de los cuales 1088 son psicólogos (40%).  De forma aún minoritaria, en algunas comunidades autónomas se han creado departamentos de orientación dentro de los centros de infantil y primaria. En la actualidad existen 4611 orientadores en esta situación siendo 2265 psicólogos (49%). Por su parte trabajar en equipos de orientación constituye la opción mayoritaria en las etapas de infantil (segundo ciclo) y primaria, a través de 779 equipos multidisciplinares, en los que la figura de orientador puede ser ejercida por un psicólogo, y que atienden de forma externa e itinerante a los centros (los datos numéricos de este apartado están recogidos de INFOCOP, 66, pp 15-17; 2014).

La mayoría de estos equipos realizan una orientación generalista, mientras que una minoría lleva a cabo una intervención especializada en algún trastorno relacionado con el desarrollo, las capacidades motoras o sensoriales. En algunas comunidades autónomas, como Madrid, existen  equipos especializados en la atención temprana interviniendo en la primera infancia (0-6) escolarizada en escuelas infantiles.

Actualmente, el perfil laboral del psicólogo que trabaja en los centros educativos es el de orientador, figura que en el sistema público está incluida en el cuerpo de profesores de secundaria con la especialidad de orientación educativa. Sus funciones son comunes a otros perfiles profesionales (psicopedagogos y pedagogos) que también pueden ejercer esta función en los centros. Su trabajo posee un doble carácter, preventivo y de intervención, y se puede organizar en tres bloques: a) la atención a la diversidad,  o a las necesidades educativas de todos los estudiantes, con especial atención hacia aquéllos que tienen algún trastorno en su desarrollo, problemas de conducta  o alguna dificultad en el aprendizaje, b) el asesoramiento a todos los agentes implicados, profesores, equipos directivos y familias, en los procesos de enseñanza-aprendizaje, el plan de acción tutorial y en aquellos programas del centro dirigidos a la calidad y mejora de la actividad educativa, c) la orientación personal y profesional de los estudiantes.

Actualmente, los orientadores tienen quedar horas de docencia en 10 comunidades autónomas: Madrid, País Vasco, Murcia, Aragón, Baleares, Extremadura, Cantabria, La Rioja, Ceuta y Melilla. En otras comunidades tienen la opción de hacerlo o no: Andalucía, Valencia, y Castilla-La Mancha.  Y en Cataluña tienen un modelo mixto: los psicólogos que están en departamentos de orientación tienen que dar clase, los que están en equipos de orientación educativa externos no tienen la obligación de dar clase. Una vieja reivindicación de los orientadores es no dar horas de docencia porque les resta energía de su función principal; pero al ser considerados como cuerpo de profesores de enseñanza secundaria sí se les obliga a dar docencia. Curiosamente, hay casos en que dan clase de otras asignaturas, mientras que la asignatura de psicología, cuando existe en algún instituto, la están dando licenciados en filosofía.

La profesión de profesor de enseñanza secundaria, donde se incluyen los orientadores, grupo en el que se enmarca el trabajo del psicólogo educativo,  es una profesión regulada. Esta característica determina el acceso a esta profesión. En  la actualidad se debe poseer la titulación de licenciado o graduado y el titulo del Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas. Los psicólogos que desean ejercer su trabajo en la orientación educativa tendrán que ser graduados o licenciados en psicología y haber cursado  dicho máster en la especialidad de orientación educativa. Posteriormente, deben superar el examen de ingreso (oposición) a este cuerpo docente.

En algunas comunidades autónomas, como Madrid, Valencia, Cataluña o Galicia, existen servicios con técnicos municipales de educación con labores asociadas a la orientación. También en ocho comunidades se ofrecen servicios de orientación centrados en personas adultas (EPA).

Centrándonos brevemente en el Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas, aclararemos que el título de licenciado/graduado en psicología es uno de los posibles títulos que dan acceso a algunas especialidades del Máster (p. ej., la Orientación Educativa). Este máster encuentra su marco normativo en la legislación que se relaciona a continuación.

  • La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, conforma las profesiones de Profesor de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas como profesiones reguladas, cuyo ejercicio requiere estar en posesión del correspondiente título oficial de Máster.
  • El Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, dispone los requisitos generales de acceso a un máster universitario y otras disposiciones concretas. Los requisitos de acceso concretos se refieren a dos cuestiones: la acreditación del dominio de las competencias relativas a la especialización que se desee cursar y el dominio de una lengua extranjera equivalente al nivel B1 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. Cada Universidad debe diseñar el modo en que los estudiantes acrediten dichos dominios.
  • La Resolución de 17 de diciembre de 2007, de la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación, por la que se publica el Acuerdo de Consejo de Ministros de 14 de diciembre de 2007, por el que se establecen las condiciones a las que deberán adecuarse los planes de estudios conducentes a la obtención de títulos que habiliten para el ejercicio de las profesiones reguladas de Profesor de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas.
  • La Orden ECI/3858/2007, de 27 de diciembre, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de las profesiones de Profesor de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas. 

Cuestiones relativas al acceso a la orientación educativa.

Con relación al acceso a la especialidad de orientación existen en la actualidad dos puntos de fricción con la administración.  El primero tiene que ver con que la norma establezca que cualquier titulado puede cursar la especialidad de orientación y optar al examen de ingreso en el cuerpo. A este respecto, las Conferencias de decanos de psicología y educación y los colegios profesionales han emitido su rechazo a esta medida, indicando que la especialidad de orientación educativa quede circunscrita a pedagogos, psicólogos y psicopedagogos.

En contestación a un escrito de la Asociación Científica de Psicología y Educación (ACIPE) contestó la Directora del Gabinete de la Vicepresidenta del Gobierno (26 de agosto de 2014),  Dª María González Pico, señalando que se está trabajando en un anteproyecto de ley sobre el estatuto docente no universitario y un RD de especialidades docentes. En el borrador de dicho RD de especialidades  docentes, en el artículo 11 sobre Condiciones de formación para ejercer funciones de orientación educativa”, se señala lo siguiente:

Punto 1.  Para desarrollar la función de orientación educativa será necesario estar en posesión del título de licenciado en pedagogía, psicología, psicopedagogía.

Punto 2.  Asimismo podrá desarrollar la función de orientación educativa el profesorado que acredite la formación complementaria suficiente que determinen las administraciones educativas siempre que acredite mediante formación regulada las competencias necesarias para el desempeño de estas funciones.

Por otra parte, la Conferencia de decanos de Psicología y el colegio de psicólogos ha solicitado, amparándose en la propia norma, una doble vía de acceso a las oposiciones: a) psicólogos que hayan cursado la especialidad de orientación educativa en el master de Formación del Profesorado,  b) psicólogos que hayan cursado un master oficial de psicología educativa de al menos 60 ECTS con dos características básicas: 1) Impartido sólo para psicólogos, 2) Cuyos módulos básicos estén centrados en: evaluación, intervención y orientación  psicoeducativa.

La complejidad de la tarea de orientación ha llevado a valorar la necesidad de que existan servicios de orientación profesionalizados formados por equipos multidisciplinares donde los psicólogos sean integrantes esenciales. Para ello, su formación debe ser técnica, específica y prolongada, lo que ha llevado a valorar la conveniencia de diseñar un título oficial del psicólogo educativo con una estructura que compartan todas las universidades y sea homologable con Europa siguiendo la iniciativa de la EFPA y su guía para el diseño de esta titulación.

Cuestiones relativas al perfil del psicólogo educativo

En la última década y de acuerdo con lo expuesto en el apartado anterior, han existido varias iniciativas tanto a nivel académico como colegial relacionadas con el papel del psicólogo en el sistema educativo. Todas ellas tienen en común la defensa del papel específico de la psicología en las instituciones educativas no universitarias y la necesidad de que sea reconocida por la administración y los diferentes agentes educativos.

La figura del psicólogo y del papel de la psicología es revindicada desde una concepción de la orientación técnica y especializada en la que deben contemplarse diferentes niveles, uno de ellos focalizado en la optimización y mejora del bienestar psicológico y en el rendimiento académico, función que debe de llevar a cabo el psicólogo educativo.

Con este propósito, en la última década se han llevado a cabo diferentes acciones en el ámbito profesional y académico [Esta información está incluida en Méndez, L. (2011): El psicólogo educativo en España. Psicología Educativa, 17 (1)].

Informe de los expertos (2007). En este informe se concretan las tareas dentro de la orientación educativa que exigen una formación especializada en psicología, mostradas en la figura siguiente.

Informe-expertos-2007

Encuentro Nacional de profesionales de la Psicología Educativa (2009). Se establecieron varios grupos de trabajo relacionados con las funciones profesionales, la delimitación de rol y la necesidad de diferenciar y poner en valor, social y académicamente (a través de  la potenciación de este perfil formativo dentro del grado de psicología), el papel del psicólogo educativo. La figura resume las mejoras para la definición del de este perfil.

Encuentro-Nacional-Profesionales-Psicologia-Educativa-2009

Por otra parte, en este encuentro se valoró la necesidad de una formación especializada de posgrado y del reconocimiento como profesión regulada.

Pacto por la Educación (2010). En marzo del 2010, y partiendo de la iniciativa del Gobierno para el pacto por la educación, el Colegio de Psicólogos, junto con la Conferencia de Decanos, analizaron la contribución de esta disciplina a la modernización de nuestro sistema educativo, tanto desde su experiencia profesional y aplicada, como desde los contenidos científicos de la disciplina. El informe elaborado resume la trayectoria iniciada en años anteriores.

La idea eje de este informe, como ya lo fue de los anteriores, es reivindicar la presencia del psicólogo educativo en el contexto escolar con unas funciones definidas y diferentes a la de otros profesionales. Junto con esto, la exigencia de una formación específica de postgrado que garantice las competencias para llevar a cabo esas tareas, para lo que se solicita el diseño de un máster con directrices propias distintas de las que ya se han desarrollado para la formación de los profesores de secundaria.

Por otra parte, el informe realiza una propuesta sobre los servicios que puede prestar el psicólogo en el sistema educativo. Estos profesionales actuarían en dos niveles con diferente “ubicación” dentro o fuera de los centros. Ambos tipos de servicios podrían llevarse a cabo en equipos multiprofesionales siempre y cuando las funciones de los psicólogos estuvieran claramente definidas.

Servicios Psicológicos

Además, los expertos realizan una valoración de la propuesta para el pacto social y educativo desde las aportaciones específicas del perfil (en la tabla siguiente se muestran estos cambios).

MODIFICACIÓN JUSTIFICACIÓN
OBJETIVO 1. El éxito educativo de todos los estudiantes.
A la propuesta nº 3 de este objetivo se propone la siguiente modificación:
Promoveremos la detección temprana, diagnóstico e intervención en las necesidades específicas de apoyo educativo, en especial las asociadas a discapacidad y proveeremos los recursos necesarios para conseguir el óptimo desarrollo del alumnado.
Entendiendo que ambas funciones son específicas de los psicólogos educativos, se contribuye a la delimitación funcional necesaria de acuerdo con su integración actualizada en el sistema educativo. Esta delimitación no es gratuita sino que supone un elemento de mejora sustancial de la calidad del sistema al asegurar el tratamiento especializado y eficaz, e implementado por los profesionales adecuados, de los problemas detectados. Sin duda, esta sería la mejor forma de trabajar en la dirección de la equidad y excelencia del sistema educativo.
OBJETIVO 1. El éxito educativo de todos los estudiantes.
A la propuesta nº 16 se le propone esta modificación:
Reforzaremos la intervención especializada en orientación, académica y profesional, especialmente en el tercer curso de ESO, para que los alumnos puedan elegir las opciones más ajustadas a sus competencias e intereses.
Entendiendo que “la intervención especializada en orientación” requiere la participación del psicólogo educativo, como profesional especializado, dentro del Departamento de orientación. Se corresponde con la exigencia de eficiencia y mejora de la calidad que se pretende.
OBJETIVO 2. Equidad y excelencia. La evaluación como factor para mejorar la calidad de la educación.
A la propuesta nº 24 se le propone esta modificación:
Incrementaremos los programas de apoyo y refuerzo educativo (PROA) con el fin de que todo el alumnado con dificultades de aprendizaje pueda disponer de las medidas de apoyo psicoeducativo necesarias para superarlas desde el momento en el que se detecten, desde los primeros años de escolaridad.A la propuesta nº 25 se le propone esta modificación:Estableceremos, en colaboración con los ayuntamientos y otras organizaciones, programas integrales de atención dirigidos al alumnado con necesidades específicas de apoyo psicoeducativo.
Introducimos el término “psicoeducativo” con la finalidad de subrayar la importancia de los servicios de apoyo psicológico prestados por los psicólogos educativos, como profesionales especializados, en colaboración o no con otros profesionales que intervienen en el sistema educativo.
OBJETIVO 12. Educación inclusiva, diversidad e interculturalidad: derecho a la diferencia sin diferencia de derechos.
A la propuesta nº 123 se le propone esta modificación:
Detección precoz, evaluación y diagnóstico por profesionales especializados de las necesidades específicas de apoyo educativo, en particular aquellas asociadas a la discapacidad, para poder iniciar, desde el mismo momento en que dichas necesidades sean identificadas, la atención integral del alumnado, regida por los principios de inclusión, igualdad de oportunidades, accesibilidad universal y diseño para todos.
Al igual que en la propuesta nº 3, se entienden ambas funciones “evaluación y diagnóstico” específicas de los psicólogos educativos, contribuyéndose así a la delimitación funcional necesaria de acuerdo con su integración actualizada en el sistema educativo. Especialización que, debemos insistir, es la que aporta eficiencia y mejora de la calidad de los servicios de apoyo.

Acuerdo sobre la inserción del psicólogo educativo en el sistema de educación español no universitario (2010). A finales de 2010, la Conferencia de Decanos y el COP, junto con los representantes de diferentes colectivos (CONCAPA, CEAPA, FEDADi), establecen un acuerdo donde ponen de manifiesto a la opinión pública cuatro puntos relacionados con el perfil profesional que suponen una síntesis de lo trabajado en anteriores iniciativas. Lo más relevante en este caso es el apoyo explícito de una representación muy significativa de la comunidad educativa. Los elementos del acuerdo son:

  • Las necesidades de la comunidad educativa tienen que estar satisfechas por profesionales especializados, considerándose necesaria dentro de este colectivo la presencia del psicólogo educativo.
  • El psicólogo educativo, profesional no docente, desarrollará entre otras las siguientes funciones:
    • Evaluación diagnóstica en el contexto educativo.
    • Asesoramiento psicológico a alumnos, profesores y familias.
    • Intervención de tipo preventivo, correctivo y optimizador.
    • Coordinación con otros profesionales.
  • El psicólogo educativo estará integrado en el centro, apoyando la acción tutorial.
  • El psicólogo debe haber cursado un máster específico en psicología educativa.

Desde 2010 hasta la actualidad, se han seguido llevando a cabo iniciativas que apoyan este acuerdo, tanto desde el COP (los así denominados “desayunos del COP e iniciativas de la división educativa) como desde la Conferencia de Decanos con diversos informes y encuentros con la administración educativa.

El psicólogo educativo en otros contextos

El hecho de que el contexto laboral más frecuente del psicólogo educativo sean las instituciones educativas no universitarias, ha supuesto la asimilación de este rol al del psicólogo escolar, que en otros países de nuestro entorno se considera una especialidad con características propias. Si evitamos este planteamiento reduccionista y consideramos al psicólogo especialista en psicología de la educación como un profesional que interviene en el comportamiento que se desarrolla en entornos educativos, necesariamente debemos ampliar los escenarios y ámbitos en los que puede ejercer su trabajo.

El psicólogo debe estar presente en todas aquellas administraciones que  ofrezcan servicios educativos, como ocurre en algunas instituciones municipales donde se llevan a cabo programas educativos de diversa índole que, junto con otros profesionales, pueden estar coordinados por psicólogos. En ambos casos, el acceso se contempla por una doble vía, contratación laboral o examen de ingreso (oposición).

Del mismo modo, y respondiendo a esta idea, estos profesionales están presentes, aunque de forma aún limitada, en entidades o instituciones relacionadas con la atención a la infancia, dirigiendo su intervención a la optimización de su desarrollo y posibilidades de aprendizaje, así como a paliar aquellos trastornos, discapacidades o problemas de conducta  que afectan al bienestar psicológico y rendimiento educativo. Esta labor la pueden ejercer en las asociaciones sin ánimo de lucro creadas por profesionales o familias para atender a la población con algún tipo de trastorno o discapacidad. En este mismo ámbito están aquellos centros privados creados por equipos multiprofesionales donde se realiza una atención psicopedagógica a diferentes colectivos. Este campo laboral se enmarca dentro de la vía del emprendimiento y el trabajo autónomo.

Por otra parte, el psicólogo educativo también puede trabajar en ámbitos no formales donde se desarrollan intervenciones dirigidas a desarrollar competencias y habilidades específicas normalmente vinculadas a áreas poco desarrolladas en los contextos formales. Un buen ejemplo son los talleres que los museos organizan para los niños y sus familias. En esta misma línea, este profesional puede intervenir en el diseño de objetos creados para el ocio, aportando criterios para un diseño adaptado a las necesidades y habilidades de los sujetos a los que va dirigido. Un buen ejemplo son los videojuegos o juguetes tecnológicos.

Otro ámbito de trabajo se relaciona con la difusión de información relacionada con el desarrollo y la educación en diferentes medios de comunicación como la televisión, la radio, internet o las revistas especializadas dirigidas a familias o educadores.

También, el psicólogo educativo puede intervenir en el diseño de escenarios de aprendizaje,  presenciales o  virtuales y en los instrumentos y recursos educativos utilizados en ellos. En especial, los textos y recursos adaptados a las nuevas tecnologías. Los entornos virtuales y los recursos y soportes tecnológicos utilizados (tablets, pizarras digitales, plataformas de aprendizaje on line, etc.) constituyen un campo emergente en nuestro país debido al creciente interés de las diferentes  administraciones y de las empresas del sector en dotar a las diferentes instituciones educativas, incluida la escuela, de tecnología educativa. En este ámbito, el psicólogo educativo puede aportar conocimiento específico para el diseño instruccional de estos recursos y la aplicación de los principios de aprendizaje al diseño de los escenarios donde se usan, prestando especial interés a la formación de los profesores o formadores.

Otro campo, compartido con el psicólogo del trabajo, es el diseño de programas  formativos dirigidos a trabajadores individualmente o en grupo, que se desarrollan en el ámbito empresarial.

Finalmente, queremos hacer mención a otro campo relacionado con la orientación personal y profesional que se desarrolla en el ámbito universitario, a través de los COIEs y donde el psicólogo educativo, junto con otros profesionales, puede ejercer su trabajo.